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Artículo de opinión

En el número de hoy dedicamos nuestro artículo de opinión a nuestro querido lector San Juan de la Cruz (Sanjui para los más cercanos). Nos centraremos en su más conocido poema, al cual ya le dedicamos una de nuestras secciones, Noche oscura del alma.

Durante la Edad Media hemos conocido una extensa lista de autores que tratan temas religiosos con un pudor y un recato característicos de la época: Dios es el centro del Universo, nadie puede llegar a él. Por el contrario, San Juan de la Cruz rompe estos esquemas y personifica a Dios, un ser divino, en alguien tan humano como cualquiera de nosotros.

En nuestro reciente viaje al futuro, concretamente al año 2017, hemos observado que el pensamiento general de las personas respecto a la fe cambiará drásticamente. De una forma catastrófica nos sumiremos en una sociedad pasiva basada en un uso excesivo de la tecnología (sea cual sea su significado). Los escritores no apreciarán la verdadera conexión del alma terrenal del hombre con Dios así como el culto religioso que requiere. Con respecto al amor, los jóvenes, y no tan jóvenes, continuarán siendo pasionales a su manera. Todo ese sentimiento lo expresarán mediante los nuevos medios de comunicación, algo que no logramos entender. ¿Dónde quedaron las cartas que con un poema lo expresaban todo? Incomprensible.

Afortunadamente también traemos buenas noticias: nuestros poetas serán reconocidos como grandes artistas renacentistas y se les dará el reconocimiento que merecen.

Nuestro poeta escenifica el amor divino, la reunión del alma con Dios, al cual representa el Amado. Asimismo, la amada representa el alma que, ansiosa, deseosa, prácticamente se deja llevar por el placer que le provoca encontrarse con Dios. La noche simboliza un paisaje ideal que presencia el esperado encuentro entre los dos enamorados. Así contado podría suponerse que el tema central de la obra es el amor carnal. Sin embargo, San Juan de la Cruz pretende utilizar una mística casi sensual tal vez porque cree que es la mejor forma de llegar al pueblo y así convertirlos al catolicismo. Si entendemos que hace referencia al amor carnal estaremos tratando un poema de un amor prohibido: la amada escapa a tientas de su casa, disfrazada para encontrarse con su amado. Dicha reunión se llevará a cabo por medio del amor, que simboliza la fe en Dios.

La sensualidad del pudor.

Redacción, NMR.

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